Hacia fines de la Edad Media, las velas de los navíos se
confeccionaban con una tela fuerte y resistente que se fabricaba en la ciudad
francesa de Olonne, cerca de Nantes y sobre la costa del golfo de Vizcaya.
viernes, 15 de marzo de 2013
Lona
jueves, 14 de marzo de 2013
Pontífice
Algunos años después de la legendaria fundación de Roma por
Rómulo y Remo (753 antes de nuestra era), cuando los monarcas de la joven
ciudad se ocupaban aún de los rituales religiosos, el segundo rey de Roma, Numa
Pompilio, consideró que sus sucesores tendrían que ocuparse de la guerra y del
gobierno de un estado cada vez más complejo, de modo que no estarían en
condiciones de pensar en la liturgia. Con esa idea, Numa Pompilio decidió
entregar el cuidado de las ceremonias religiosas a un funcionario o sacerdote
que desempeñara exclusivamente esa función religiosa. Después de mucho
meditarlo, confirió esa dignidad a los pontífices, que eran los encargados de
cuidar el puente sobre el río Tíber, una tarea que en aquella época revestía
enorme importancia política y militar, además de religiosa. En la palabra
pontifex se fusionan pons, pontis 'puente' y facere 'hacer', en alusión a su
actividad: cuidar el puente.
Algunos siglos más tarde, Julio Cesar decidió asumir la
dignidad de Pontifex Maximus 'sumo pontífice', 'el mayor de los pontifices',
para indicar así su posición de jefe no solo civil y militar, sino también
religioso. A partir de Augusto, este título quedó vinculado al de emperador
durante varios siglos, hasta la llegada al poder de Constantino (306 d. de C.),
quien adoptó el cristianismo como religión oficial del Imperio. Fiel a la
tradición consagrada por sus predecesores, Constantino siguió usando durante
algún tiempo el título de Sumo Pontífice, ahora como representante de Cristo.
Pero los obispos de Roma no demoraron en reivindicar para sí la condición de
únicos representantes de Cristo en la tierra y acabaron por incorporar el
título de Pontifex Maximus, que los papas ostentan hasta hoy.
martes, 12 de marzo de 2013
Aduana
Palabra legada al español por el árabe, lengua en la cual
aiwan significa 'oficina de control', incluyendo las de aduana. El vocablo
árabe, por su parte, proviene del persa diwan 'tribunal de justicia', que en
español aparece también en diván (por metonimia, 'sillón en el que se sentaban
los miembros del tribunal').
El uso en español de adoana se registra ya en 1261. En el
corpus de la Academia encontramos este trecho de una carta enviada al rey desde
Buenos Aires por Hernando Arias de Saavedra (Hernandarias) en 1604:
Tambien se a Continuado en este Tiempo el edífiçio de Las
Cassas Reales, Contaduria, aduana, Cassas de cauildo y carçel que son muy
conuinientes para El buen despacho, Cobro de Vuestra Real haçienda y buena
execuçion de vuestra Real Justiçia [...].
Corominas señala la existencia del francés douane en 1372,
así como la del vocablo italiano equivalente dogana desde muy antiguo.
lunes, 11 de marzo de 2013
Merienda
Es una «comida ligera que se ingiere a media tarde».
La palabra proviene del latín merenda, que para la mayor
parte de los autores clásicos significaba lo mismo que hoy merienda para
nosotros. Sin embargo, Plauto y Festo usaron merenda también como sinónimo de
'cena'. Es muy probable que la merendalatina se derivase del verbo merere
'merecer'. Virgilio utilizó merendo con el sentido de «haciendo el bien,
obsequiando».
Algunos etimólogos han afirmado, equivocadamente, que
merenda había significado, en realidad, «almuerzo», con base en una supuesta
relación etimológica conmeridiem «mediodía» y en el hecho de que en algunas
comarcas de España haya tenido, en cierta época, ese significado. En este error
—señalado por Corominas— incurre Covarrubias en su Tesoro de la lengua
castellana o española.
Curiosamente, sin embargo, en la misma entrada, el autor
toledano admite que la merienda se comía quando ya se merecía por haber
trabajado.
En rigor, vale lo que se comía al medio dia, que era poca
cosa, esperando comer de propósito à la cena: y assi se dixo merienda quasi
meridiana o quase merenda, porque se daua despues de haber trabajado, quando ya
se merecia.
Sin embargo, tanto en el italiano como en el portugués
moderno, merenda se mantuvo intacta con el sentido que tenía en latín en sus
orígenes.
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