LA HAMACA
En un lugar
paradisiaco de Brasil bajo la sombra de dos grandes palmeras se encontraba una
enorme y hermosa hamaca tejida con hilos suaves
que brillaban a las luz del sol,
era la sensación de grandes y chicos;
quien la miraba incitaba al descanso placentero. Todos exigían el derecho de subirse a ella y no había un instante en que
permaneciera en la quietud de la calma, En el día escuchaba las risas y gritos que provocaba en
los niños al jugar en ese vaivén que tanto disfrutaban, por las noches los
fastidiosos ronquidos de quien dormía en
ella. Que ironía de la vida pensó todos descansan en mi pero no tengo un minuto
de tranquilidad y estoy agotada de tener sobre mi tanto
peso día tras día. Cierta mañana un
pequeño niño trataba por todos los medios de subirse a ella, se oían
sus jadeos que salían del esfuerzo que eso representaba, después de tanto
insistir se oyó su risa de satisfacción lográndolo
al fin, sentía sus movimientos bruscos tratando de ejercer movimiento pero no
podía; en un instante un golpe
acompañado de un llanto estruendoso y lastimero se escucho, pasos que se
acercaban lo mas rápido posible,
Levantando en brazos aquel cuerpo que había sido lastimado por tan
inesperada caída.
Pasaron los
días y la hermosa hamaca permanecía atada a lo alto de una palmera, polvorienta y
olvidada, o cuanto lamento mis pensamientos, extraño de verdad las risas y
gritos que soy capaz de provocar en esos niños. Los
días transcurrieron, una inesperada
mañana sintió que desamarraban esos nudos que la habían mantenido prisionera, suave como cascada cayo en unas manitas que
habían superado el trauma de la caída, acompañado de alguien que lo instruía, y fue así
como volvió a sentir ese ir y venir como las olas donde aquel pequeño niño
disfrutaba imaginando estar en un gran barco perseguido por tiburones o volar por las nubes y ver lo pequeño de las
casas, cuanto placer y alegría le provocaba esto y volvió a brillar, y ser el
centro de atracción de cuantos vivían y visitaban
el lugar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario