Ojalá y pronto podamos coincidir. Felices vacaciones.
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jueves, 2 de mayo de 2013

Cuento de Norma


La princesa y el muchacho
Había una vez una princesa muy hermosa llamada Ana, que estaba en un castillo muy grande, con muchos huertos, fuentes y jardines llenos de flores, que vivía con sus padres y hermanos. A la princesa le gustaba mucho salir al campo a observar los pájaros, las mariposas y todo tipo de insectos, pero en especial le gustaba mucho jugar con las catarinas, las cuales agarraba y observaba muy detenidamente y se entretenía largo tiempo con ellas. Un día a la princesa se le ocurrió ir sola al río a bañarse y cuando se bañaba, de repente apareció un cocodrilo que iba justo hacia ella, y al verlo la princesa se asustó muchísimo, y empezó a gritar; ¡auxilio!, ayuda por favor, mientras que ella nadaba hacía la orilla del río, pero debido a su desesperación no podía avanzar y el cocodrilo se acercaba  cada vez más a ella, con su hocico abierto, mostrando esos colmillos filosos, ansiosos de comérsela y la princesa atemorizada, gritaba aún más ¡ auxilio! ¡auxilio! que alguien me ayude y en ese preciso momento, pasaba por ahí un muchacho muy guapo y fuerte, llamado Eliseo que cabalgaba por la orilla del río, y al oír los gritos de la princesa y ver que casi el cocodrilo se la come, el valiente muchacho se aventó al agua, agarrando al cocodrilo por el lomo y luchando contra este, manteniendo su hocico cerrado, hasta que la princesa logró salir del río, y él logró deshacerse del feroz cocodrilo, ayudando rápidamente a la princesa a subirse a su caballo, poniéndola a salvo y alejándose del río, luego le preguntó que si dónde vivía, para llevarla a su casa, y durante el camino estuvieron platicando muy sonrientes, contentos de haberse conocido, hasta que llegaron al castillo, y al verlos llegar los padres de la princesa se sorprendieron bastante, debido a la presencia del muchacho que no fue de su agrado, ya que Ana era su única hija mujercita, a pesar de que Eliseo era tan guapo, pero era un desconocido para ellos  y corrieron hacia ella para ver lo que sucedía y la princesa les contó lo que había pasado. Al escuchar el padre lo acontecido, quedó muy agradecido con el muchacho y le dijo: Muchacho lo que has hecho no tiene precio, has salvado la vida de mi hija, pídeme lo que quieras, que yo te lo daré y el muchacho le dijo: Quiero a su hija para casarme con ella, y el padre se enojó  mucho ante tal petición y le dijo: Es mucho lo que me pides, pues mi hija es lo más valioso que yo tengo, y me es difícil dártela, mejor pídeme otra cosa  y seguro que te la daré y Eliseo le dijo: No quiero otra cosa, quiero a su hija y el padre de la princesa Ana le dijo: Está bien vuelve mañana, porque hoy no tengo valor para darte lo que me has pedido. Y  Eliseo se fue muy triste a su casa.
Al día siguiente el muchacho se presentó ante el padre y le dijo: Vengo por lo que le he pedido, y ya no puedo esperar más, pues usted me dijo que pidiera lo que yo quisiera y quiero a su hija porque me he enamorado de ella y el padre le dijo: Sólo te daré a mi hija, si ella acepta casarse contigo y vivir en este castillo,  pues no quiero separarme de mi única princesa y Ana aceptó casarse con Eliseo porque ella también se enamoró de él, entonces el padre preparó una gran boda en el castillo y  Ana y Eliseo se casaron y fueron muy felices para siempre.
Y COLORÍN COLORADO, ESTE CUENTO SE HA TERMINADO
 AGUIAR BENÍTEZ NORMA BEATRIZ.

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