La
princesa y el muchacho
Había una vez una princesa muy hermosa llamada Ana, que estaba en un
castillo muy grande, con muchos huertos, fuentes y jardines llenos de flores,
que vivía con sus padres y hermanos. A la princesa le gustaba mucho salir al
campo a observar los pájaros, las mariposas y todo tipo de insectos, pero en
especial le gustaba mucho jugar con las catarinas, las cuales agarraba y
observaba muy detenidamente y se entretenía largo tiempo con ellas. Un día a la
princesa se le ocurrió ir sola al río a bañarse y cuando se bañaba, de repente
apareció un cocodrilo que iba justo hacia ella, y al verlo la princesa se
asustó muchísimo, y empezó a gritar; ¡auxilio!, ayuda por favor, mientras que
ella nadaba hacía la orilla del río, pero debido a su desesperación no podía
avanzar y el cocodrilo se acercaba cada
vez más a ella, con su hocico abierto, mostrando esos colmillos filosos,
ansiosos de comérsela y la princesa atemorizada, gritaba aún más ¡ auxilio!
¡auxilio! que alguien me ayude y en ese preciso momento, pasaba por ahí un
muchacho muy guapo y fuerte, llamado Eliseo que cabalgaba por la orilla del río,
y al oír los gritos de la princesa y ver que casi el cocodrilo se la come, el
valiente muchacho se aventó al agua, agarrando al cocodrilo por el lomo y
luchando contra este, manteniendo su hocico cerrado, hasta que la princesa
logró salir del río, y él logró deshacerse del feroz cocodrilo, ayudando
rápidamente a la princesa a subirse a su caballo, poniéndola a salvo y
alejándose del río, luego le preguntó que si dónde vivía, para llevarla a su
casa, y durante el camino estuvieron platicando muy sonrientes, contentos de
haberse conocido, hasta que llegaron al castillo, y al verlos llegar los padres
de la princesa se sorprendieron bastante, debido a la presencia del muchacho
que no fue de su agrado, ya que Ana era su única hija mujercita, a pesar de que
Eliseo era tan guapo, pero era un desconocido para ellos y corrieron hacia ella para ver lo que sucedía
y la princesa les contó lo que había pasado. Al escuchar el padre lo
acontecido, quedó muy agradecido con el muchacho y le dijo: Muchacho lo que has
hecho no tiene precio, has salvado la vida de mi hija, pídeme lo que quieras,
que yo te lo daré y el muchacho le dijo: Quiero a su hija para casarme con
ella, y el padre se enojó mucho ante tal
petición y le dijo: Es mucho lo que me pides, pues mi hija es lo más valioso que
yo tengo, y me es difícil dártela, mejor pídeme otra cosa y seguro que te la daré y Eliseo le dijo: No
quiero otra cosa, quiero a su hija y el padre de la princesa Ana le dijo: Está
bien vuelve mañana, porque hoy no tengo valor para darte lo que me has pedido.
Y Eliseo se fue muy triste a su casa.
Al día siguiente el muchacho se presentó ante el padre y le dijo: Vengo
por lo que le he pedido, y ya no puedo esperar más, pues usted me dijo que
pidiera lo que yo quisiera y quiero a su hija porque me he enamorado de ella y
el padre le dijo: Sólo te daré a mi hija, si ella acepta casarse contigo y
vivir en este castillo, pues no quiero
separarme de mi única princesa y Ana aceptó casarse con Eliseo porque ella
también se enamoró de él, entonces el padre preparó una gran boda en el
castillo y Ana y Eliseo se casaron y
fueron muy felices para siempre.
Y COLORÍN COLORADO, ESTE CUENTO SE HA TERMINADO
AGUIAR
BENÍTEZ NORMA BEATRIZ.
No hay comentarios:
Publicar un comentario